Ahí lo tienes. En este mundo de apariencias todos parecen buenos, honestos, tranquilos, sinceros. Y quién sabe cuántos de ellos habrán sido infieles, habrán robado, habrán hecho daño a alguien, habrán causado algún sufrimiento...Y fingen ser felices. Como esa mujer de familia perfecta: era feliz, lo tenía todo y, sin embargo, en un instante renunció a todo, lo perdió todo, así...por un simple deseo.
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