Eres como un monstruo de dos cabezas, das miedo, eres terriblemente feroz y poco delicado, te cuesta mucho decir la verdad. Me muerdes cuando tienes ocasión, hasta cuando te alimento. Eres mi monstruo y no puedo hacer nada contra eso. Vuelcas mi mundo humano y de repente sales como si yo te hubiera invitado a esta fiesta. Me arruinas las fiestas. Aun así... si te matara tendría que suicidarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario