viernes, 27 de abril de 2012

Los para siempre a veces se cumplen.

Me dormí aquella noche pensando en ti. Pensando en nosotros. En lo que podría haber sido y no fue. En las tardes de viernes. En mi absoluta debilidad por el chocolate y tu manía de hacerme ver películas de miedo. En como te reías con mis caras y me decías que, a veces, los para siempre se cumplen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario