miércoles, 10 de junio de 2015

Lo que queda de la primavera II

Es lo que tiene la poesía
que protege y hace libre,
en el silencio de las noches 
y en las primeras horas de la mañana.

Es lo que me da la poesía,
los miedos que me calma
y los fantasmas que deja salir,
sin pedir permiso,
porque no lo necesita,
porque parece que así se callan
todas las ruinas de mi cabeza.

Y me da la protección que me hace ser infinitamente libre. 

Lo que queda de la primavera

Me pediste que calcase el botón.
Ese que paraba el tiempo y dejaba suspendida la vida,
y a ti y a mi.
Me guiabas en coordenadas de pulgar,
y pedías que me esforzase por llegar a él.
Que estaba ahí, más a la derecha.
No tanto.
Un poco más arriba.
 Justo ahí.

Y es desde entonces que ando suspendida a medio camino, entre la vida que creía tener y la vida que me prometí.

Y es desde entonces que ya no puedo dormir en tu lado de la cama.
Que hace tiempo que nadie le pone candado a mi corazón.
Que nadie busca el tacto de cada una de mis yemas para completar su puzzle.
Que nadie desordena mis sentimientos - los que quedan - y me pone la vida patas arriba.
Que nadie usa mi libertad para calmar todos sus fantasmas.

Y es que desde entonces, he perdido la cordura que tenía.
No tengo rumbo.
No distingo un amanecer o atardecer,
sin son las 2 o las 6,
gritos o grietas,
amor o ruinas,
principio o final,
tú o yo.

domingo, 22 de marzo de 2015

Lo que queda del invierno

Me gusta cuando
me escuece la piel,
de ti.

Cuando me roza tu recuerdo - frío-
el cuello.

Cuando los poros,
ansiosos de amor,
exclaman al cielo una caricia más.

Me gusta, a veces,
cuando burlas mis barreras
y  lento, tocas mis entrañas.

Porque sé,
que el día que me deje de gustar tu voz,
el silencio del amor me devorará.

Y también sé,
muy a mi pesar,
que dos vidas no serían suficientes
para curarme de ti.

Ni de ti,
ni de mi contigo,
ni de yo sin ti.
Ni de nosotros.







sábado, 8 de noviembre de 2014

Trescientas diecisiete respuestas.


El tiempo no trajo olvido, trajo respuestas a todas las preguntas que no supe contestarte. Y llegan tarde. Llegan tarde porque ya no escucho tus preguntas, ni nada que venga de ti. Llegan tarde porque ya no doy besos que te hagan callar. Y llegan tarde, porque ni siquiera ahora que sé todas las respuestas, soy capaz de dejarte ir. 
Y si todo llega tarde es porque el tiempo es lo único que me queda de ti, y por eso tarda, porque el día que se me acabe el tiempo, también te irás tu. Ahora que tengo respuestas, me gusta que pase el tiempo. Cuando el tiempo pasa, recorro riendo todos tus lugares y siempre encuentro respuesta a un pregunta que no me hiciste; cuando el tiempo pasa, me quedo despierta hasta tarde y imagino que al otro lado del tiempo, tu también estás despierto, y compartimos insomnio; y cuando pasa tanto tiempo, tanto que ya no soy capaz de recordar cómo eramos, pienso en todo lo que me preguntabas, y le doy tanto amor a las respuestas que duele menos y deja que tu recuerdo duerma esa noche conmigo, que me seque las lágrimas y que prometa que esta noche no se va a ir, que esta noche sí es para siempre.
Solo ahora que las respuestas me comen por dentro, soy capaz de ver que cuando se me acabe el tiempo, tampoco podré olvidarme de ti. Y no hay nada que haga pasar más rápido el tiempo que pensar en mi propia auto-destrucción.


"Si me buscas, sabes que iré. Y si me llamas, sabes que correré. Que correré a por ti."

lunes, 25 de agosto de 2014

La esperanza será devuelta

“Todos nosotros hemos pasado muchos días, o semanas enteras, sin recibir ningún gesto de cariño del prójimo. Son momentos difíciles, cuando el calor humano desaparece, y la vida se reduce a un arduo esfuerzo por sobrevivir. En esos momentos en que el fuego ajeno no le da calor a nuestra alma, debemos revisar nuestro propio hogar. Debemos agregarle más leña y tratar de iluminar la sala oscura en la que nuestra vida se transformó. Cuando escuchemos que nuestro fuego crepita, que la madera cruje, que las brasas brillan o las historias que las llamas cuentan, la esperanza nos será devuelta.

Si somos capaces de amar, también seremos capaces de ser amados. No es más que cuestión de tiempo.”

 Paulo Coelho

lunes, 18 de agosto de 2014

El tiempo alivia el corazón.

Y la vida va pasando… 
Y uno va cambiando y aprendiendo que las cosas no son lo que aparentan… 
Que vivir es fácil… y que nosotros somos muy complejos.
 Que cometeremos errores y que debemos perdonar a quienes los cometan… 
Que todo es efímero… y que tarde o temprano, nuestras manos quedarán vacías.
 Que el amor es lo único que nos hace libres… y que ese es el terreno en el que debemos construir. 
Que dar es el camino… y que preocuparse por los demás, hace que nuestra carga de dolor sea más fácil de llevar… 
Y la vida va pasando y es imposible detener el tiempo.
 Entonces uno se mira al espejo y se da cuenta que ya no es el mismo, que ha cambiado… 
Que nunca volvemos a ser los mismos, nunca sentimos lo mismo, nunca vivimos lo mismo… 
Que el tiempo alivia el corazón. 
Que el sol sigue saliendo aunque dentro nuestro haya tormenta, y debemos aprender a pintarla con los colores del arco iris. 
Y uno siente que cuando el tiempo avanza va perdiendo todo, sin darse cuenta que lo que ganó fue aún mucho mayor. La vida es maravillosa, y no nos deja opción. 
Ella pasará igual… 
No podemos elegir vivirla, pero sí aprender a amarla. 

Daiana Slipak

viernes, 25 de julio de 2014

Búscame cuando pierdas toda la esperanza...



Búscame cuando pierdas toda la esperanza, cuando tengas el alma agarrotada, vacía, rota y sin coraza.
Búscame cuando te encuentre la desesperación, cuando ya no exista bendición, cuando no veas más allá de la perdición.
Búscame cuando la vida no sea justa, cuando todo disgusta, cuando ya no queda nada y te asustas.
Búscame en las caras, en el fuego que se apaga, en los amores que no sacian, cuando todo se desbasta.