miércoles, 2 de enero de 2013

En un minuto estás de pie en tierra firme, y al siguiente ya no.

Incluso los buenos matrimonios fallan. En un minuto estás sobre suelo seguro, y al siguiente ya no lo estás. Y siempre hay dos versiones: la tuya y la suya. Aunque las dos versiones siempre empiezan de la misma manera. Ambas empiezan con dos personas enamorándose. Nadie se casa pensando que va a fracasar, piensas que el tuyo es el que va a conseguirlo. Por lo que siempre llega como una conmoción, el momento en el que te das cuenta que se ha acabado. En un minuto estás de pie en tierra firme, y al siguiente ya no.

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