miércoles, 11 de septiembre de 2013

Cuando decir suficiente no es suficiente.

Nunca sabemos cuando es suficiente, no sabemos parar. Nos estrellamos. Caemos y no sabemos cuantas veces son suficientes para curar el daño. No sabemos cuando es suficiente. Suficiente amor, suficiente dolor, suficientes mentiras.  Y como tal, tampoco sabemos dar lo suficiente de nosotros. Siempre nos quedamos con una espina para nosotros, siempre queda en nuestro interior una parte de nosotros que nadie conoce, que aparece sólo cuando ya es suficiente el daño que te han hecho. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario