martes, 17 de septiembre de 2013

Mi manera de quererte te asfixiaba.

¿Sabes?, cumplí mi promesa. ¿Recuerdas ese café oscuro en el que me hiciste jurar que, si algún día el destino nos separaba, debía ser feliz a toda costa? Sé muy bien que lo decías porque a veces mi manera de quererte te asfixiaba, habías sufrido demasiado por la falta de libertad para aceptar que yo te atara mi vida a la tuya. Y, aunque en ese momento te odié por empañar mi felicidad evocando lo peor que podía pasarnos, cumplí mi palabra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario