jueves, 17 de noviembre de 2011

Se aman de dos en dos para odiarse de mil en mil

Todos ustedes parecen felices...y sonríen, a veces, cuando hablan. Y se dicen, incluso, palabras de amor. Pero se aman de dos en dos para odiar de mil en mil. Y guardan toneladas de asco por cada milímetro de dicha. Y parecen-nada más parecen- felices, y hablan con el fin de ocultar esa amargura inevitable, y cuántas veces no lo consiguen, como no puedo yo ocultarla por más tiempo; esta desesperante, estéril, larga ciega desolación por cualquier cosa que- hacia donde no sé-, lenta, me arrastra.

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