lunes, 17 de diciembre de 2012

Tú eres el que hace daño

Es que no sé si es por mi, o porque, irremediablemente, hay situaciones que acaban por superarte, y ésta ha podido conmigo. Dime una cosa, ¿qué fue de todo aquello?. Dónde quedaron los besos, los abrazos, las carcajadas... Dónde quedó, incluso, aquel par de palabras. Esas estúpidas ocho letras que aún no sé por qué, pero ambos llegamos a pronunciar. Y es que, no sé si será, simplemente, que fuimos tú y yo, y que nuestras historias no estaban preparadas para cuajar del todo. Que por mucho que yo evitara que nuestras vidas no llegaran a ser nunca paralelas, al final, acabaron por serlo. ¿Y qué hago yo con todo esto que tengo y que, a la vez, no tengo? Todas las sensaciones que vivimos siguen aquí, a flor de piel. Todas las palabras que pronunciaste junto a mi oído no dejan de repetirse un solo instante. Y es que, dime, ¿qué hago con los recuerdos que hacen daño?

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