viernes, 4 de enero de 2013

Un paseo para recordar.

El amor es sufrido y considerado, nunca es celoso. El amor no es jactancioso o engreído, nunca es grosero o egoísta, nunca se ofende ni es resentido. El amor no haya placer en los pecados de los demás y se deleita en la verdad. Siempre está dispuesto a escusar, confiar, esperar, soportar todo lo que venga.
Nuestro amor es como el viento, no puedo verlo, pero sí sentirlo.

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