sábado, 25 de enero de 2014

Como un volver a nacer.

" Bien sabía él que la iba a echar de menos 
pero no hasta qué punto iba a sentirse deshabitado
 no ya como un veterano de la nostalgia 
sino como un aprendiz de la soledad "
 MARIO BENEDETTI 

 Ya se había ido mucho antes de que yo hiciera todo lo posible por que se quedara.

 No sé cuando sucedió, supongo que aquel día que el sol de la primavera le iluminó la parte izquierda de su cara, dejando ese lunar del labio levemente iluminado; quizás fue el día que salimos a pasear bajo la lluvia, no dejaba de saltar de charco en charco, pisando cualquier excusa que le hiciera quedarse conmigo un poco más.

 Yo sabía que se estaba yendo, lo notaba en la manera de pasar las páginas de su libro favorito, en esos bailes de cocina que ya nunca veía, en la falta de música en nuestra casa y, también, en su manera de cocinar, ya nunca jugaba a echarme sal en la comida a escondidas y por consiguiente, tampoco estallaba en mil carcajadas al intentar ocultármelo.

 Realmente supe que se había ido el día que me besó la frente, y en un susurro, dijo todo lo que había callado "te quise". Y se fue.

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