No hay momentos buenos ni malos, los buenos los disfrutamos y de los malos aprendemos. Después de tanto tiempo luchando contra los malos momentos he entendido la moraleja de mi historia, sé que me a que me ha conducido todo, sé a quién. Todas las veces que he querido darme por vencida y todas esas veces que lo conseguí, que me hice pequeña, de todas he aprendido algo, he aprendido que sentir amor por una persona no hace daño. No es tristeza. No son lágrimas. Sentir amor por otra persona es querer regalar el mundo con cada sonrisa, es sentir felicidad solo con pensar en su nombre, es caminar de la mano y que se te pare el mundo, es vaciarte por dentro con solo rozar sus labios. Y si para aprender esto he tenido que caer mil veces, lo volvería a hacer, solo por llegar hasta este momento, solo por llegar a la persona por que de verdad merece la pena sentir amor. Por la que merece la pena regalar el mundo mil y una veces.
"Las cosas empiezan a encajar con perfección absoluta cuando estamos concentrados en lo que queremos."
Paulo Coelho
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